Callado, pero no inmóvil

adversidad

Lo que sucedió, sin embargo fue mucho más asombroso que lo que José habría esperado. Él no sabía que Dios estaba preparando el escenario para un movimiento  clave dentro de su plan de salvación para el mundo. Porque Dios había decidido entregar a su pueblo escogido – a través de cual el vendría el Mesías posteriormente-, como esclavos a una nación pagana. Luego al liberarlo de una manera milagrosa de una fuerza conocida en el mundo entero, le demostraría a todas las naciones que él era el único Dios verdadero. Además de todo eso, su pueblo tendría una heredad de fe y una figura de lo que un día haría el Mesías por todas las naciones.

El problema (humanamente hablando) era cómo sacar a su pueblo de la tierra que él les había dado a través de Abraham para llevarlos a un nación extranjera. Inicialmente tendrían que ser bien recibidos y deberían tener suficiente libertad para poder vivir juntos y multiplicarse. Así que Dios decidió llevar a cabo todo eso a través de un hombre: José. Una vez que fue nombrado como la segunda persona al mando, prácticamente no había nada que se viniera a establecer a Egipto durante la época de hambre que iba a “suceder” en los próximos años. Mientras viviera, él podía garantizar su seguridad y libertad. José era una delas piezas clave en uno de los episodios más estratégicos en la historia de la salvación y ¡ nunca lo supo¡

Si hay algo claro en la historia de José, es lo siguiente: El silencio de Dios de ninguna manera es indicativo de su actividad o participación en nuestras vidas. Puede que esté callado, pero no está inmóvil. Suponemos que, puesto que no escuchamos nada, es que él no está haciendo nada. Juzgamos el interés y el involucramiento de Dios por lo que vemos y por lo que escuchamos.

De la misma manera, somos culpables de juzgar la participación de Dios es nuestras vidas por lo favorables o desfavorables que sean nuestras circunstancias. Mientras las cosas estén bien, no tenemos duda alguna de que Dios está con nosotros, cuidándonos, protegiéndonos, proveyendo lo que necesitamos. Pero tan pronto como llega la adversidad, empezamos a pensar: Señor. ¿dónde estás? ¿Por qué no haces algo? ¿Estás poniendo atención a lo que me pasa?

La intervención y el interés de Dios por nuestras vidas no pueden ser juzgados por la naturaleza de nuestras circunstancias. Su participación es medida por dos cosas: Primero que nada, el desarrollo de nuestro carácter y, en segundo lugar, por el cumplimiento de su plan. José se pasó casi trece años enfrentando una adversidad tras otra. Y Dios estuvo involucrado en cada una de ellas. Fue a través de esas situaciones que Dios estaba cumpliendo su voluntad. Dios también utilizará la adversidad para llevar a cabo su voluntad en nuestras vidas.

Mientras tanto…Puede que te estés preguntando “Así que , ¿qué se supone que debo hacer mientras tanto”. La respuesta es bastante sencilla, aunque no necesariamente fácil. Confía en Dios. Esta respuesta puede parecer demasiado sencilla para la situación tan complicada en la que te encuentras. Pero pidiendo elaborar más sobre este tema en el resto de este libro. No obstante, aunque este fuese el último capitulo de esta obra, considera cuáles son las opciones que tienes. Si no vas a confiar en Dios, ¿qué vas hacer entonces? Tomar las cosas por tu propia cuenta es arriesgarte a fracasar. ¡Pregúntaselo a Jonás ¡ De hecho, tal vez no tengas que ir más allá de tus propias experiencias. ¿En qué ocasión le has dado la espalda a los planes de Dios y has salido ganador?

Es probable que estés diciendo: “Pero, es que usted no entiende mi situación”. Y puede que tengas razón. Sin embargo, piensa en José . No tenía amigos, familia, iglesia, libertad, dinero, biblia, ni siquiera una aparente respuesta que viniera de Dios. No obstante permaneció fiel  de igual manera lo hizo su Padre celestial.

Cuando Dios está callado, solo tienes una opción razonable: confía en él. Puede que esté callado, pero no se ha apartado de ti.

Dios no se ha olvidado de ti. Recuerda: El silencio de Dios siempre se hace más patente con la angustia de la adversidad. Pero aun a través de la desgracia más grande, él está trabajando para desarrollar tu carácter y para llevar a cabo su voluntad en tu vida.

Cómo manejar la adversidad Charles Stanley.

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