Comenzando mi día
“Está preparado por la mañana, y sube…preséntate a mi allí sobre la cumbre del monte.”
Exodo 34:2 y 3
El velar por la mañana es esencial. No debes mirar al día hasta que no hayas mirado a Dios, ni mirar el rostro de otros hasta que no hayas mirado al Suyo. No puedes esperar vencer, si comienzas el día con tu propia fortaleza. Enfréntate con tu labor cotidiana, después de haber pasado unos momentos de meditación a solas con tu Dios. No encuentres a ninguna persona, ni aun los que habitan bajo tu mismo techo, hasta que no hayas encontrado primero al gran Huésped y compañero de honor de tu vida- Cristo Jesús.
ORACIÓN
Hermoso Jesús que mi despertar sea inspirado por un anhelo de estar contigo, de poner mi vida en tus manos de llenar mi vida de tus palabras. Que antes de enfrentar mi labor cotidiana, anhele esos momentos de meditación a solas contigo. Dios, Dios mío eres tú;De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti.