Dios es suficiente
Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. (Romanos 4:21)
No puedo (Números 11:14) Éstas son las palabras que dijo el gran conductor del pueblo de Israel cuando estaba al borde de la desesperación. Si alguien ha tenido sobre los hombros una gran responsabilidad, ése es él. El pueblo de Israel que por orden de Dios estaba conduciendo por el desierto iba a él con todas sus quejas y problemas. Estaban llenos de murmuraciones y las derramaban en los oídos de Moisés. A pesar de los sacrificios que éste hacia por ellos, y de lo mucho que Dios les había bendecido, siempre estaban prontos a hallar fallas. Se ensorberbecían y se desalentaban fácilmente. Estar a cargo de una familia, un negocio, una oficina, una escuela o una iglesia es más que suficiente para una persona promedio. Pero aquí estamos ante un hombre que tenía que supervisar personalmente a tres millones de almas por lo menos, la mayoría de las cuales eran desconsideradas y, a menudo, irrazonables. Un día la presión de la responsabilidad que pesaba sobre sus hombros era tan intensa que sintió que no podía soportar más y exclamó: “No puedo”.
Pero Dios es suficiente. Él puede. La dificultad de Moisés es la misma de muchos de nosotros: tomamos responsabilidades que corresponden a Dios y que Él ha prometido tomar sobre sí. Aunque Moisés era un hombre maravillosamente devoto y disciplinado, no había llegado al punto de entregar sus responsabilidades y ansiedades al Señor . Evidentemente tenía confianza en su propia habilidad para ejecutar aquello que Dios quería que hiciera. Esta crisis le sirvió para aprender a considerarse incapaz.
Es necesario aprender nuestra absoluta incapacidad para realizar las tareas espirituales. Debemos comprender que los recursos y las responsabilidades de la vida y el servicio cristiano pertenecen inherentemente a Dios, y que nada es “demasiado difícil” para Él. Ninguna necesidad, exigencia o dificultad pueden sorprenderlo desprevenido. Él es capaz. Él obra el querer y el hacer. ¡ Qué el Señor nos dé una visión clara de su capacidad !
-C.H.P.