La unidad en la iglesia

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Me encantan los deportes de equipo. He visto equipos integrados solo por jugadores promedio ganar campeonatos. No me malinterpreten: los deportistas talentosos y dotados son importantes. Pero aún más fundamental es cómo todos los integrantes de un equipo trabajan juntos. La unidad es importante. Es crítica.

De igual modo, cuando los miembros de la iglesia no trabajan unidos, la congregación en su conjunto se debilita. Mi analogía quizá es débil porque la iglesia local es mucho más importante que cualquier equipo deportivo, pero espero que se entienda el punto. La unidad es vital para la salud de una iglesia.

Eso significa que cada miembro, tú y yo incluidos, debe contribuir a la unidad de la iglesia.

El apóstol Pablo habló mucho de la unidad en su carta a los efesios. Es evidente que la iglesia en Efeso le agradaba. Veamos algunas de las palabras que les escribió : “  Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, (Efesios 1: 15-16)

¿ Entiendes por qué Pablo da las gracias por estos miembros? Estaba agradecido por la fe de ellos en Jesús y – fíjate bien- por el amor que tenían para con todos los santos. Solemos llamar “santos” a las personas que verdaderamente son devotas, pero la Biblia usa ese término para referirse simplemente a los cristianos. Pablo estaba agradecido porque estos miembros de iglesia se amaban unos a otros.

La unidad es importante y crucial.

Pablo volvería a enfatizar este punto a los miembros de la iglesia en Éfeso. Los exhortó a vivir “de una manera digna del llamamiento que (recibieron), siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor” y a esforzarse “por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz” (Ef. 4:3-1 NVI)

Como miembro de un iglesia, tienes una responsabilidad. Debes generar unidad. No seas nunca una fuerza de división. Debes amar incondicionalmente a los hermanos de tu congregación. Eso no implica estar siempre de acuerdo con todos, pero sí significa que estarás dispuesto a sacrificar tus propias preferencias para mantener la unidad en tu iglesia.

Cuando procuramos la unidad manifestamos el amor. Vuelve a fijarte en las palabras de Pablo, esta vez en su carta a la iglesia en Colosas: “Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto” (Col. 3:14 NVI)

“Por encima de todo”. No hay nada más importante que la unidad.

La unidad es esencial para tu iglesia. ¿Estás haciendo tu parte?

SOY MIEMBRO DE LA IGLESIA

“La actitud que marca la diferencia Thomas Rainer”

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