Los enemigos de la Oración
El Peor enemigo de la oración es la duda y la incredulidad y su mayor aliado es la fe. Jesús dice que si tenemos fe nada nos será imposible, Santiago 1:5-7 dice: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor»
En Santiago 4:2-3, dice «Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.»
Dos cosas sobresalen, algunos no reciben por que no piden (No oran) y otros que no reciben por que piden mal (Oran mal), y la razón es que Dios nos solo mira lo que nosotros pedimos sino también la intensión con la cual lo hacemos.
Es por esto que la oración tiene que ver más con un estado del corazón que con cualquier otra cosa. El libro de proverbios 4:23 dice «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida» y nuestra oración también!.