No olvides ninguno de sus beneficios
Hacemos al Señor una injusticia cuando suponemos que Él ya obró todos sus portentos, y que se mostró poderoso únicamente con los que vivieron en tiempos pasados; pero que no obra maravillas, ni extiende su brazo en favor de los santos que están ahora sobre la tierra.
Pasemos revista a nuestras propias vidas. Sin duda, descubriremos algunos incidentes felices, que nos dieron descanso y glorificaron a nuestro Dios. ¿No has sido librado de algún peligro? ¿No has transitado ríos,sostenido por la divina Presencia ? ¿No has andado sano y salvo por el fuego? ¿No has tenido revelaciones? ¿No has tenido favores especiales? El Dios que dio a Salomón el deseo de su corazón, ¿ nunca ha atendido o contestado tus peticiones? aquel Dios de pródiga generosidad, de quien David cantó: “El que sacia de bien tu boca”, ¿nunca te ha saciado a ti con abundancia?¿Nunca has yacido en lugares de delicados pastos? ¿Nunca has estado junto aguas de reposo?
Sin duda, la bondad de Dios para con nosotros a sido la misma que la que Él tuvo para con los santos de la antigüedad .Entrelacemos, pues, sus mercedes en un canto. Tomemos el oro puro d ella gratitud y las joyas de la alabanza, y transformémoslos en otra corona para la cabeza de Jesús.
Lecturas Matutinas C.H. Spurgeon