Sé gentil
Porque el siervo del Señor debe ser amable para con todos 2. Timoteo 2:24
Una hermosa leyenda cuenta que un día el ángel de las flores , el ángel que tiene el cargo de cuidar las flores de adorno, estaba acostado durmiendo bajo la sombra de un rosal. Después bastante respuesta de sueño le dijo a la rosa:
Oh querida, objeto de mis cuidados,
eres la más hermosa donde todo es hermoso,
por la dulce sombra que me has dado,
pide lo que quieras pues te será otorgado.
La rosa pidió que se otorgará otra gracia. El ángel pienso en silencio que gracia quedaba entre sus regalos y adornos que la rosa no tuviera. Entonces puso un velo de musgo sobre la reina de las flores y resulto una rosa musgosa, la más hermosa de todas las flores. Cualquier cristiano aun el más «cristianisimo», que ore pidiendo un nuevo encanto o alguna nueva gracia en su carácter , debe pedir más gentileza . Esta es la corona de la benignidad, la más cristiana de todas las cualidades cristianas.
Cada hombre tiene un corazón hambriento de ternura. Hemos sido hechos para amar, y no solo para amar si no para ser amados. La aspereza nos duele, la falta de amabilidad quema nuestro espíritu sensitivo, de la misma manera que la helada quema las flores. La amabilidad es como un verano cordial en nuestras vidas.
Hay mucha gente que tiene necesidad de ser tratada con ternura.Nosotros no sabemos cuantas cargas secretas están llevando aquellos que nos rodean. No todas penas usan el vestido exterior del lamento, las caras sonrientes son a veces el velo de un corazón dolido. Mucha gente jamas a veces pide compasión. Ciertamente la necesitan aunque no la pidan, mientras se inclinan ante su pesada carga. No hay debilidad en tal actitud. Recordemos como nuestro Maestro anhelaba recibir expresiones de amor cuando pasaba por sus experiencias mas profundas de sufrimiento y amargura , sintió cuando sus amigos le fallaron.
“Jamás será erronéa la amabilidad” No existe el día en que la amabilidad este fuera de lugar . No existe el lugar en donde no sea bienvenida. A nadie le causa daño y puede salvar a muchos de la desesperación. JR Miller
Tu benignidad me ha engrandecido (Salmo 18:35)