Siete secretos para una gran amistad

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1. Acepte a los demás. Viniendo de la iglesia a casa, mi hijo de cuatro años estaba sentado en el asiento trasero cantando: “No es mi mama, ni mi papá sino soy yo, oh Señor, quien necesita alabanza”. Él tenía la letra de la canción un poco confundida, pero dio en el blanco con la verdad. Todos necesitamos ser animados, edificados, y aceptados por otros. Los buenos amigos saben eso. Los buenos amigos aceptan a los demás tal como son. Aprecian y alaban lo especial que son los otros. Y permiten a sus amigos la libertad de ser ellos mismos.

2. Escuche. Después de asistir a cientos de recepciones formales, Franklin D. Roosevelt decidió averiguar si alguien realmente escuchaba cuando se paraba en la línea para saludar. Una noche, cuando la gente venía a él extendiendo sus manos, les dio su famosa sonrisa y dijo tranquilamente: – Esta mañana asesiné a mi abuela. Los invitados automáticamente respondían con comentarios como -¡Qué bien! o, continué con su gran labor ser presidente.

Nadie escuchaba lo que él estaba diciendo. Excepto un diplomático extranjero. Cuando el Presidente dijo: – Esta mañana asesiné a mi abuela – el diplomático respondió suavemente: – Estoy seguro que se lo merecía.

No importa quienes seamos, todos estamos buscando a alguien que nos escuche.Una amiga mí que fue elegida la chica más popular de toda la escuela secundaria un día me dijo el secreto de su popularidad. Simplemente esto. _Yo escucho. No hay nada que mejore más una amistad que la capacidad de escuchar. La habilidad de mostrar genuino interés oír otros es una cualidad admirable de un verdadero amigo.

3. Guarde secretos. De niño recuerdo escuchar el cuento judío de un hombre fue por una comunidad pequeña difamando a un Rabí. Un día, sintiéndose culpable, rogó el perdón del Rabí y ofreció cualquier forma de penitencia que el Rabí quisiera imponerle.

_Vete a casa- le dijo el Rabí- busca una almohada de plumas , rómpela y esparce las plumas al viento. El hombre lo hizo rápidamente y regreso al Rabí.- ¿estoy perdonado ahora? -preguntó

-Casi- fue la respuesta-, tan pronto como recojas todas las plumas.

Las escrituras asemejan nuestras palabras a flechas porque una vez que una flecha sale disparada, es difícil hallarla y recuperarla. En mi experiencia, NADA destruye más una amistad que la flecha del chisme. Mucha gente vive por esta regla: “Si no tienes nada bueno que decir sobre alguien, ven y siéntate conmigo”. Pero cuando decimos chismes violamos el mandamiento de Jesús: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros así también haced vosotros con ellos”.

Los buenos amigos no están allí sólo para escuchar nuestros secretos; ellos los guardan.

4. Afílese. Proverbios 27:17 nos dice que debemos afilarnos unos a otros “como hierro aguza hierro”.

Hace años, un amigo me invito a comer algo una noche.

-Phil- dijo mientras comíamos juntos el postre-. no me es divertido decirte esto, pero desde que hablamos la otra noche he sentido la necesidad de confrontarte en cuanto a algo.

Dejé de comer y escuché.- A veces tienes un problema con el chisme. Y eso no ayuda a nadie y menos a ti.

Yo no dije mucho, sólo me quede comiéndome mi postre. Odiaba mostrar mi enojo pero estaba ofendido. ¿Cómo se atrevía a hablarme así? Pero mientras más pensaba sobre el asunto más me daba cuenta que tenía razón. Hoy. aunque estamos separados por miles de kilómetros , lo considero uno de mis mejores amigos. “Fieles son las heridas del que ama”. Proverbios 27:6 porque nuestros amigos nos apuñalan de frente. Es verdad lo que provocan un cambio en nosotros lo hacen porque les importamos lo suficiente como para decirnos la verdad dolorosa sobre nosotros mismos. Y lo mezclan con una generosa dosis de amor.

5. Practique el perdón. Cuando un amigo que trabaja en una oficina cerca a la mía vino una mañana, encontró una lata de coca-cola sobre su escritorio. Tenía una nota pegada que decía: “ Lo siento. Fui un tonto. ¿Podrás perdonarme alguna vez? “Sonriendo , caminó por el pasillo con un mensaje de perdón. Tal vez ya adivinó. El que escribo esa nota fui yo. Y más tarde mi amigo me trajo una pepsi.

Es imposible para mi decir demasiado sobre la importancia del perdón en la amistad.Sea que seamos los heridos o los que causamos la herida, los buenos amigos perdonan. De hecho el don de perdonar es a menudo el mejor don que podemos dar a un amigo. Y si va acompañado de una pepsi, mucho mejor.

6. Enfóquese en el cielo. Hay un proverbio turco que dice así: “El que busca un amigo perfecto no tiene amigos”. Muy cierto. Los amigos nos fallan , ¿no es verdad? La gente decepciona a otros. Y cuando esperamos demasiado de nuestras amistades terrenales, las deterioramos. El aceptar que aun los mejores amigos nos decepcionarán alivia la presión de nuestras amistades y las fortalecen. Dios no nos promete que la gente no nos dejará ni nos abandonará. Promete que Él nunca nos dejara. Irónicamente, los que buscan gozo permanente sólo en las relaciones humanas terminan solos. El verdadero gozo de nuestras vidas vendrá de la más importante de nuestras relaciones:

NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. AMÁNDOLO A ÉL, APRENDEMOS A AMAR MEJOR A NUESTROS AMIGOS TERRENALES.

7. Ofrezca su ayuda. No hay nada como la enfermedad o la bancarrota para ayudarnos a descubrir quiénes son nuestros verdaderos amigos.

Durante la enfermedad de mi esposa, su amiga Julie nos informó que ella cuidaría nuestros hijos cada miércoles por la tarde. Ramona no tenía opción. Así que cada miércoles Julie venía y “secuestraba “ a los niños, para el deleite de mi esposa.Hasta el día de hoy Ramona siempre habla de la bondad de Julie. Proverbios 17:17 dice que “en todo tiempo ama el amigo”. Cuando sea posible , ofrezca ayudar a un amigo en lo que necesite. Si no puede ayudarle, envié una nota o llámelo por teléfono.

Como las plantas, las amistades crecen lentamente con el tiempo y requieren riego constante. Las amistades que duran toda la vida  requieren cuidado, bondad y un oído dispuesto a escuchar. Los que hacen tal inversión hallan que sí da resultado a través de los años.

¿Hay alguien en su iglesia, vecindario u oficina que necesita su amistad? ¿Está dispuesto a hacer el esfuerzo de alcanzarlos? Espero que sí. Porque he hallado que la vida es enriquecida, el horizonte es más brillante, y el camino es más corto cuando se viaja con unos buenos amigos.

Cómo enriquecer su vida sin dinero Phil Callaway

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