Sobreviva a las pérdidas

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El ser humano no solo experimenta la pérdida de seres queridos sino también la de relaciones como: matrimoniales, laborales, sociales,etc. pero todo se puede superar cuando Dios nos ayuda.

No puedo ni por un momento imaginar mi vida sin Dios, ya que es el único que puede darnos la fortaleza que necesitamos para superar las situaciones difíciles.

Gracias a que Él deposita su bondad en los corazones de sus hijos es que existen organizaciones que ayudan a las personas que pasan por situaciones dolorosas como las que he descrito.

No hay justificación para que una persona se hunda en su dolor y sucumba ante la pena yendo en la más profunda desesperanza y dando lugar a estados de depresión peligrosos. Dios está más que dispuesto a ayudarnos.

Es muy probable que usted piense que es más fácil escribirlo que vivirlo y tal vez tenga la razón, ya que nunca he pasado por una situación similar, pero Dios me ha dado un corazón que es capaz de solidarizarse con el dolor ajeno.

Hoy en día vivo con una carga de oración por las  familias de los soldados ya que con un hijo en esas filas puedo entender el dolor. De igual manera, aunque tengo empleo, siento como si fuera mía la preocupación que sienten las personas que han perdido el suyo. Eso me ayuda a poner un verdadero interés en mi trabajo.

Quiero pedirle que busque el consuelo y la paz que su corazón necesita en el Señor, Él y nadie más que Él – su ayudador – le proveerá todo lo que necesite para superar esa etapa de su vida aunque también usted debe poner su parte : un acto de fe.

Te invito que después de leer esto busques de Dios , clamando por consuelo y paz, confiándole todo nuestro corazón y esperando plenamente en Él.

Pero mis palabras para usted nunca serán suficientes, ya que son palabras de una mujer que ha pasado por muchas situaciones y que ha comprendido que de lo único que viene nuestro gozo – aun suframos las peores circunstancias- es de Dios y su palabra.

Y sin más le pido que medite en estos versículos de la preciosa palabra de Dios:

  • Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más». Apocalipsis 21:4 NTV
  • Al Señor busqué en el día de mi angustia;Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;Mi alma rehusaba consuelo. Salmo 77:2
  • Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades. salmo 119.50 NTV

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