Un Ejercicio Continuo De Fe
Es ,más, quisiera llamarles la atención para la importancia de un hecho de confianza. Dios espera que nuestro corazón repose en Él en todo tiempo y circunstancia , y aceptar una obra invisible ante nuestros ojos es un buen entrenamiento para nuestra fe. Quizá esta sea una de las razones por las cuáles el Señor haya elegido obrar de esta manera : ejercitar continuamente nuestra fe. Y la definición de fe es esta:
“ Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
Creer en el obrar de Dios es tener convicción de algo que no se ve. Nuestro hermano Pablo dijo a los corintios que : “porque por fe andamos, no por vista…” (2 corintios 5:7) La lección que el Señor Jesús, le dio a Tomás, después de su resurrección , también testifica acerca de esto. La fe no se basa en lo que se ve, sino en la certeza de lo que Dios prometió que es un hecho y tendrá el cumplimiento . Bueno,estas cosas se aprenden al comienzo de la vida cristiana y no son las difíciles de aceptar, ni aún , generan discusiones entre el pueblo de Dios, justamente porque no son discutibles. Sin embargo cuando alguien está en aprietos y no logra ver a Dios obrando (recuerde que su obrar es oculto a nuestros ojos) , rápidamente esta persona se olvida de esto.
Ninguno tiene el derecho de exigirle al Señor explicaciones sobre su forma de obrar en las cosas. Primeramente porque Él es el Señor y no está en posición de ser cuestionado. Segundo, porque Él nunca nos prometió que alguien vería su forma de obrar; al contrario su Palabra nos enseña que su obrar sería invisible ante nuestros ojos y que nuestra caminata debe ser por FE y no por vista. Es decir, no debemos esperar para ver , sino solamente creer a Dios, en la fidelidad de aquel que prometió obrar en todas las cosas. Concluyendo el Señor no tiene ningún compromiso para explicar su forma de obrar, aunque nosotros tengamos la responsabilidad de permanecer en fe sin que haya evidencia visible de la operación de Dios.
Desde el comienzo de la relación de Dios con los hombres, contamos la dificultad humana de creer en lo invisible y en la insistencia divina de que así debe ser. Cuando Dios se manifestó en una forma tan intensa a todo el pueblo de Israel que estaría saliendo de Egipto, no apareció en ninguna forma , justamente para que no sea imitado como ídolo.
y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego;16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra,17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
Deuteronomio 4:12 15-18
Este episodio retrata la dificultad de todo ser humano , que es confiar en las cosas que no ve. El Señor elegido esta dimensión de relación basada en la fe y en la confianza. Y cada vez que el obra sin que nuestros ojos vean o nuestra mente comprenda la verdad, nos está proporcionando un ejercicio de fe. En realidad, como el Señor siempre actúa así, vive proporcionándonos un ejercicio continuo de fe.
Todo ser humano tiene dificultades en aceptar esto; viven en el intento de crear atajos y les va mal, porque cuando entran en un camino por donde Dios no abrió paso, terminan apartándose aún más de Él. Un gran ejemplo de esto es la idolatría en todo el mundo; cada pueblo y cultura , en todos los periodos de la historia han conocido la fabricación de ídolos. Es un medio de tornar a la fe visible y palpable; les parece más fácil creer en lo que se ve (aunque sea un pedazo de madera o yeso) que creer en aquello que es invisible. Más, Dios se revela así y a cualquiera que se relacione con Él, tendrá que someterse a esto.
Y cada vez que nosotros los cristianos murmuramos por la falta de evidencia a nuestros ojos, que expliquen el obrar de Dios, estaremos cayendo en los mimos errores de los idólatras. Parece, más ameno pero la premisa es la misma si no nos cuidamos, vamos a entristecer al Señor y consecuentemente nos apartamos de Él.
Por el hecho de no saber exactamente cómo Dios actuará, en realidad no es ningún momento una incertidumbre si Él obrará o no ; la verdad , es solamente la expectativa de cómo Él nos sorprenderá con los caminos que eligió al intervenir en cada nueva circunstancia de nuestra vida.
Debemos depender totalmente del Señor y aprender a ejercitar continuamente nuestra fe . En los días del ministerio de Jesús, hubo personas a quiénes Él les llamó la atención por la pequeña fe demostrada. Sin embargo , hubo una persona en todo Israel . Era un centurión romano.
En 8.6-13 podemos leer sobre la petición de este centurión hacia Jesús, para que pudiera sanar a un criado suyo, y en el momento en que Jesucristo se dispone para acompañarlo a su casa, este hombre reconoce que esto no sería necesario, diciéndole que tan solo con una palabra declarada por el Señor, sería suficiente para que su criado fuera sanado, pues cuando alguien está bajo autoridad, las órdenes tienen que ser obedecidas.
Este centurión no buscó ninguna evidencia visual; su fe estaba apoyada en la Palabra de Cristo y esto era suficiente. Para Jesús, este era el nivel más alto de fe que Él había encontrado hasta entonces. Realmente, éste es el nivel de fe que debemos tener para movernos en las cosas del Señor.
No debemos y no podemos obrar en el intento de apoyarnos en lo visible, sino creer y depender cabalmente de lo que Dios dice en su Palabra. Entonces, cuando procedemos así, vamos a ejercitar a nuestra fe. De hecho , confiar en Dios sin la dependencia de un testimonio visible es un ejercicio de fe . Y repito: como Dios obra así, entonces, lo que tendremos será un ejercicio continuo de fe.
Luciano Subirá (El actuar invisible de Dios)