El hebreo en el que está escrito el Salmo 43:4-5 nos dice: «Dios es la salvación de mi rostro» ¿Cuántas veces vamos con el rostro angustiado, enojado, triste? Aunque no te des cuente de tu estado de ánimo, tu rostro siempre lo refleja
Ene 08
José Baltazar Castro Dios es la salvación de mi rostro