Quejas en el valle
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador. Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
Tito 1:4-5
Pablo le contestó : Tito por esta causa te dejé en Creta Voy a parafrasear de nuevo . Pablo le dijo:
“Sí, ya sé que es un lugar horrible. Sé que hay gente mala. Tienes razón en todo lo que dices, Tito. En Creta hay una tremenda necesidad. Todas las razones que tienes para irte son aquellas por las cuales te he mandado, para que te ocupes de ellas”.
Me imagino lo que pensó Tito cuando recibió la respuesta de Pablo. He oído decir a la gente: “Soy demasiado talentoso para que me dejen acá. “Soy demasiado valioso para que me pongan en el último rincón del desierto. Es un desperdicio. Cathy, tú no sabes lo difícil que es. Por lo menos, tu marido es cristiano; tú no sabes lo que es estar casada con un inconverso. Estoy sola y todo lo que tengo son mis pastillas antidepresivas para poder seguir adelante”.
He oído cosas así. Hay una mujer que me llama continuamente para contarme la misma historia: “Nadie sabe lo difícil que es esto”. Me cuenta su dolor, el pero que ha pasado. Le recuerdo que el día anterior me dijo lo mismo, pero me asegura que hoy es peor.
Sé todo acerca de tribulaciones y desiertos. Hay dos cosas que aprendí en ellos. Primero, todo el mundo tiene tribulaciones, y segundo, son temporales. El valle y el desierto no son lugares donde vas a estar permanentemente.
En los viejos tiempos pentocostales, creíamos que el valle era la vida común del cristiano. Cantábamos canciones tales como : “Padre, aunque ahora no entendemos , algún día lo sabremos”. O mi favorita “Alégrate, mi hermano; aquí no eres más que una pobre lombriz, pero cuando lleguemos al Cielo, ¡que regocijo tendremos! (al menos a mí me sonaba así) .
Lo único que nos alegraba era cuando cantábamos: “Me iré lejos! (Oh gloria) Recuerdo a una querida hermana quien se hubiera levantado y echado a correr alrededor de la iglesia. Era la única en la reunión a mitad de semana que nos pedía que orásemos para que pudiera resistir hasta el fin.
El valle de sombra de muerte no es el lugar en el que se supone que debamos vivir. La palabra de Dios dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte” (Salmo 23:4) Si te quedas sentada quejándote y lamentándote, seguirás allí dentro de un año.
¿Dices que tu relacionamiento, tu trabajo, tu matrimonio, tu iglesia, tu salud, es demasiado difícil? La felicidad no es algo que encuentres de repente. Es algo que decides que vas a tener ahora, allí donde te encuentras, aunque estés en tu Creta.
Seguramente que no siempre vas a tener una genuina felicidad, pero siempre puedes tener gozo. Puedes crear gozo ahora mismo. El gozo del Señor deber ser verdaderamente, tu fortaleza. Dios quiere ayudarte en tu Creta si lo buscas diariamente.
Cathy Lechner