La bendición del diezmo
Una tarde, el abuelo Clark llegó a casa, con los bolsillos repletos de obsequios para sus nietos. Cuando se sentó en su crujiente mecedora, los niños con rostros anhelantes hicieron gritería a su alrededor.
Aquel hombre de cabello gris esculcó en sus bolsillos, sacó un puñado de caramelos, y le dio a cada niño y niña su obsequio favorito. Cuando terminó, el abuelo se recostó con una sonrisa de alegría para observarlos rompiendo las envolturas.
A su izquierda, dos hermanos envidiosos disfrutan sobre cuál confite tenía mejor sabor. Otro niño se sentó a sus pies, mascando una barra de caramelo. De repente, una pequeña adorable, de cabello rojo, tocó dando golpecitos el brazo del abuelo. La preocupación surcaba su frente infantil.
“¿Quieres alguno de mis M&M´s abuelo?” le pregunto con ojos tristes y tímidos. “Tú no tienes nada”.
El abuelo Clark bajó su mirada hasta su única nieta y sonrió abiertamente. Suavemente puso su delicada figura en su regazo. “ ¿Por qué no has abierto tu bolsita de caramelos todavía?” observó el abuelo. La niña lo miró fijamente a los ojos y con una expresión sincera le dijo : “Porque quiero que tú tomes el primero” ¿Por qué? Gracias, lo haré. Le contestó el abuelo sonriendo, mientras rasgaba cuidadosamente el pequeño paquete. Con gusto, tomó un par de coloridos caramelos y los puso en su boca. Luego, envolvió a la niña fuertemente con sus brazos, su rostro estaba arrebatado de felicidad. Aquel par de seres deán gozosos.
Esta historia ilustra brillantemente el diezmar: devolverle a Dios la primera parte de lo que él nos ha dado.
La bendición del diezmo
La palabra diezmo proviene de un antiguo término que simplemente significa la décima parte. Sin embargo, los líderes cristianos usan el término diezmo en dos sentidos diferentes. Para algunos, el diezmo significa la total entrega de la décima parte de los ingresos o recursos de uno para Dios. Para otros, el diezmo se refiere a una manera específica de apoyar las obras de Dios según ordena la ley mosaica. Yo utilizo el diezmo en el primer sentido. El diezmar es importante en cada esfera de la vida cristiano por varias razones.
•Es una pauta para el donar sistemático (1 Cor 16:2)
Un dar sistemático y bien dirigido garantiza una mayordomía consistente. Sin un plan práctico, caemos presa de nuestros caprichos. Un día nos emocionamos con la idea de dar; el siguiente lo olvidamos.
• Es una liberación de la tiranía material (Malaquías 3:10)
Cuando un mayordomo da la primera porción de su ingreso a Dios, recibe paz y gozo abundantes. Cuando nos aferramos a nuestros bienes estos nos poseen.
• El diezmar reconoce a Dios como la fuente (Salmo 24:1)
Los cristianos deben ver el diezmar como un acto de adoración voluntario (Salmo 29:2) Por medio de este acto, mantenemos nuestro enfoque en el Padre celestial, y testificamos sobre su bondad y generosidad con nosotros.
•El diezmo nos enseña a poner a Dios en el primer lugar (Proverbios 3:9)
¿Qué tan a menudo hemos hecho grandes planes para dar, solo para descubrir que el dinero que planeamos dar desaparece por que lo gastamos diariamente? La codicia, la avaricia y el gastar vanamente tientan hasta los cristianos más dedicados. Cuando los presupuestos crecen y se vuelven inmanejables, o las crisis agotan la chequera,muchos cristianos escatiman el diezmo para cubrir su déficit personal.
El dar el diez por ciento a la obra de Dios es un punto de partida realista para un mayordomo que desea honrar y glorificar a Dios con todos sus recursos. Además , cuando hacemos esto, exhibimos nuestras prioridades, y mostramos nuestra confianza en que Dios proveerá para todas nuestras necesidades.
Gozo de dar dinámicamente Charles Stanley