Tres amigos de Dios
¿A cuántos les gustaría ser considerados como «amigo de Dios?» Es una cosa maravillosa cuando el Creador del universo decide calificar a uno de sus humildes criaturas de «amigo.»
Abraham (Is. 41:8; Stg. 2:23). ¿Qué es lo que hizo que Dios se refiera a Abraham de esta manera? La respuesta se halla en la fe de Abraham.
- Este hombre era amigo de Dios porque tenía una fe viva, activa y obediente (Heb. 11:8,17).
- ¡Dios podía confiar en Abraham para llevar a cabo Su voluntad! (Repasar el significado de «amigo.») Abraham era fiel. Dios podía contar con él.
- ¿Se puede describir nuestra fe de la misma manera? Recuerde: no basta creer en la existencia de Dios (Stg. 2:19,26).
Moisés (Éx. 33:11). La implicación parece ser que, por revelarse de una manera tan íntima, Dios consideraba a Moisés como un amigo. ¿Por qué? ¿Fue, quizá, la humildad de Moisés?
- Nú. 12: 3 dice que Moisés «Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra.» Moisés eligió a Dios en vez de las comodidades lujosas de Egipto. Él era hombre de devoción desinteresada y lealtad a Dios. Para Moisés, no había ningún sacrificio que fuera demasiado grande para mantener su amistad con Dios… aun si esto significaba que tendría que sacrificar a su propio yo.
- ¿Qué de nosotros? ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestro orgullo, nuestro tiempo, y nuestros intereses materiales para demostrar que nosotros, como Moisés, somos amigos de Dios?
Juan el bautista (Jn. 3:29). Juan dijo esto por inspiración del Espíritu Santo. El Espíritu Santo se refirió a Juan como el amigo de Jesús por la misma boca de Juan. Dios podía confiar en Juan, como Abraham y Moisés, aun en medio de las pruebas.
- Al parecer, Jesús estaba convencido de la lealtad de Juan a la causa del evangelio pese a su encarcelamiento (Mt. 11:7-11).
- ¿Es nuestra amistad con Jesús tan firme como un roble o es como una «caña sacudida por el viento» cada vez que tenemos pruebas en nuestra vida?